Continuación de "Los límites de las
hipótesis" publicado en la “Enciclopedia Damista”
portuguesa y presentada versión aquí anteriormente con el título “Carta abierta
a un autor obnubilado”, con respuesta a nuevo libro en que se tratan hipótesis
históricas varias.
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LA “HISTORIA”
INTERMINABLE i
1.-Introducción
2.-El poema "Scachs d'amor"
3.-Torquemada versus Timoneda
4.-Apropiaciones erróneas
5.- Hipótesis valenciana sobre la génesis de ajedrez y damas.
6.-En pos del incunable perdido
7.-Extravagancias y temas varios
8.-Conclusión
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1.-Introducción
La historia
de las Damas y el Ajedrez se encuentran desde siempre sumidas en el
oscurantismo y los intereses creados, muchas veces producto de la ignorancia o
el ocultamiento deliberado(1), otras basándose en hipótesis fantasiosas,
superfluas o incontrastables(2) y así sucesivamente; incluso en mismo nombre
del juego es sometido a todo tipo de conjeturas irrazonables cuando su procedencia
es tan evidente (3).
Recientemente un nuevo libro sobre estos temas ha venido a "despejar"
todas las dudas(4) que a este respecto pudiesen existir, dándonos de paso otras
claves que sacan a la luz muchos de los secretos que la historia de estos
juegos ocultan; mejor dicho esa parece ser la pretensión de los autores aunque
no pasa de ser un deseo y la realidad se muestra pertinaz y no se deja explicar
tan fantasiosamente.
Después de leer esta obra no queda más remedio que realizar las
puntualizaciones pertinentes, siempre manejando los datos conocidos
anteriormente, ya que nada más es necesario para la refutación de las
fantasías.
2.-El poema "Scachs d'amor"
En 1905 Ignasi
Casanovas encuentra un manuscrito de tres poetas valencianos Castellvi, Vinyoles y Fenollar, muy conocidos a finales del siglo XV en Valencia,
en el cual se refleja una partida de ajedrez.
Este manuscrito ha recibido bastante atención llegándose a editar obras basadas
en él, como "El Poema scachs d'amor"
de Ricardo Calvo.
En primer lugar se debe aclarar y asumir lo que es realmente este poema, a
saber la descripción de una partida de ajedrez mediante 64 estrofas (las mismas
que escaques en el tablero) en las que se van refiriendo y comentando los
movimientos de las piezas mediante un estilo metafórico, pleno de licencias
poéticas como es natural. Es más, debido al hecho de que el ajedrez representa
desde sus comienzos una batalla entre dos ejércitos, con elementos basados en
la realidad (reyes, caballería, infantería, etc.) no resultará nunca difícil
hacer cualquier tipo de interpretación de estrofas metafóricas y que se ajuste
al mismo tipo de realidad que la representada en el tablero desde tiempos
inmemoriales.
Al margen de su datación concreta y por amplio que se tome dicho periodo, no
cabe duda que es el primer texto conservado del ajedrez moderno (con salvedades
que se comentarán posteriormente) y que la pretensión de los autores es
reflejar y comentar las reglas de este, o sea el paso del ajedrez
árabe(medieval) al ajedrez que actualmente conocemos y que ya se jugaba en la
Península o al menos entre determinados círculos de jugadores, al mismo tiempo
que el antiguo ajedrez.
Esto es el poema, ni más ni menos, y pretender "deducir" cuestiones
históricas de él no dejará nunca de ser simple especulación no contrastable. Al
parecer los autores creen que este poema es la "Caja de Pandora" de
la cual se puede sacar lo que a uno le parezca o interese, mediante
interpretaciones subjetivas; pero claro, los hechos históricos y más los
enteramente concretos y personales, necesitan de referencias explicitas e
inequívocas a ellos y no elucubraciones.
Es tal el deseo de los autores de "confirmar" sus hipótesis que caen
de lleno en el "efecto experimentador", es decir, encontrar y
"probar" solo lo que a priori se desea soslayando cualquier prueba e
incluso indicio que no confirme la hipótesis. Ya el mismo Westerveld
comenta:
"Hemos hablado largamente con él(Garzón) sobre este tema,
coincidiendo que había muchas cosas aún sin aclarar, incluso en nuestros
días, pero siempre hemos tomado como base de que tanto el nombre de la
pieza(reina) como el nuevo movimiento de la reina tiene que ver con la
influencia de la reina Isabel la Católica y que debería haber metáforas en el
poema de Scachs d'amor en
este sentido, siendo como es, el texto originario del ajedrez moderno" (pag. 259, el subrayado es
mío).
Ya sir Francis Bacon decía: "La razón humana, cuando ha adoptado una opinión, hace que todo lo
demás la apoye y concuerde con ella. Y aunque haya mayor número de ejemplos, y
de mayor peso, en el lado opuesto, los desatiende y desdeña o, mediante una
distinción, los aparta y rechaza, para que, por esta perniciosa
predeterminación, la autoridad de su primera conclusión permanezca
inviolada".
Está demostrado hasta la saciedad, y esto lo digo
en mi condición de psicólogo, que la evaluación de las pruebas se haya
enormemente sesgada por las creencias y este es plenamente el caso que nos
ocupa. Más comentarios sobre este tipo de efecto en los autores se dan a lo
largo de este texto.
Sigamos viendo el poema manuscrito que nos ocupa, en primer lugar comentar que
no se encuentra datado y por tanto la fecha de su realización no es exacta; el
mayor experto en el poema, Ricardo Calvo, daba un periodo de 20 años, entre
1470-190, pero incidiendo que con toda probabilidad se escribió antes de 1474
que fue el año de la introducción de la imprenta en Valencia y después del cual
todas las obras de los tres autores fueron llevadas a impresión y publicación,
sin excepción. Parece ser una razón bastante bien fundada e incluso mantenida
por uno de los autores (Garzón) tanto en su anterior obra como en
correspondencia a mí dirigida en que se manifestaba en tal sentido.
Llegado este punto y con necesidad absoluta de alguna prueba que incida de
algún modo en la hipótesis de la reina Isabel, los autores creen haber hallado
una "prueba irrefutable" mediante la interpretación que ellos mismos
hacen de una estrofa, tan metafórica como las demás, claro está. Ello les hace
datar sin más razón el manuscrito en el año que les conviene, a saber 1475,
obviando explicar y por tanto resolver muchas de las cuestiones que ello
plantearía, entre otras:
2.1-Hechos históricos reales:
2.1.1.-El problema de la no impresión del manuscrito:
Ya ha sido comentado anteriormente el
porqué de la opinión mejor sustentada (el Ms es anterior a 1474) y que los
autores no saben cómo afrontar; después de tratar muy ligeramente este tema
crucial lo solventan diciendo cosas como: "Lo extraño es que no se publica el poema de
estos tres poetas, cuando ellos tenían costumbre de publicar todos sus poemas.
Sorprende porque los reyes supieron aprovecharse de lleno de la propaganda
poética en aquellos años" o esta otra joya:
"Sea lo que fuere, los
verdaderos motivos de no publicar el poema antes nunca los sabremos".
Sorprende esta rendición incondicional a la falta
de explicación, pues según ellos mismos son eternos buscadores de los "por
qué". En ese caso deberían dejar las especulaciones hasta no solucionar el
camino que lleve a ellas ¿o ahora no interesa?
A nadie se le escapa que si el poema reflejase que el ajedrez cambió por Isabel
y los poetas homenajeasen tal cuestión, el poema hubiese sido sin duda
publicado.
Igualmente a nadie se le escapa que si los poetas autores hubiesen tenido algo
que ver con el cambio de reglas también lo habrían publicado, incluso sin tener
en cuenta el asunto de la reina. Es increíble creer (como dicen los autores)
que los poetas o su círculo más próximo fuesen precisamente los que originaron
el ajedrez moderno cambiando sus reglas, pues como queda dicho, el orgullo y
simplemente el darlo a conocer lo más extensamente posible hubiese hecho que
tal obra fuese impresa; es más, aun suponiendo como es lógico, que el poema
fuese escrito antes de la introducción de la imprenta en Valencia (1474), en
tal momento hubiese sido enviado a ella a fin de su difusión.
Pero nada de esto sucedió ni mucho menos ¿es creíble entonces que el mismo
poema relatase hechos vitales, como el modelo nada menos que de la reina o la
creación del ajedrez por los poetas? Evidentemente esto no tiene sentido
alguno.
Lo más evidente es que el ajedrez estaba cambiando en aquella época (antes de
1474) y que los poetas eran aficionados a él, practicando el nuevo ajedrez con
gran preferencia sobre el viejo. Esto hizo que posiblemente en sus años de
juventud escribiesen "Scachs d'amor",
al cual no dieron mayor importancia y sin duda olvidaron posteriormente; esta
es la mejor explicación del porqué no fue publicado, ya que las demás que
incluyan "la gran importancia de su contenido, con pleno conocimiento de
ello por los autores, etc…" son de hecho imposibles (hubiese sido impreso
y publicado) y están totalmente en contra de
la psicología y naturaleza humanas.
2.1.2.-La aceptación inmediata del nuevo ajedrez en todos los
países:
A pesar de
que los autores señalan como despectivas las expresiones que en otros países se
usaban para designar al nuevo ajedrez, como "alla
rabiosa" en Italia, etc, los hechos no parecen
sostener tal opinión, pues este fue rápidamente aceptado allá donde se le dio a
conocer, cuestión que no es posible si como parece sostener dicha hipótesis los
demás países considerasen el nuevo ajedrez despectivamente.
Lo que sí es difícil de creer es que si el ajedrez se hubiese cambiado en honor
de una reina española hubiese sido aceptado fuera de nuestras fronteras.
Cuestión muy problemática, ya que España como potencia emergente tendía a la
expansión y al dominio de otras latitudes, tanto en lo militar como en lo cultural.
Por tanto es seguro que en aquellos tiempos "no sabían que el ajedrez
había cambiado por una reina española" (¿pero ni en ese mismo momento se
sabía?) de lo cual habría multitud de referencias y además hubiese hecho que no
lo aceptasen en países con los que además se sostenían enfrentamientos y
problemas de continuo. De hecho es del todo probable que estos países ni
siquiera adjudicasen a España la creación del nuevo ajedrez.
A veces las explicaciones son mucho más fáciles de lo que imaginamos: simplemente
se aceptó en todo el mundo por dos cuestiones: a) No se atribuía a España, b)
El nuevo ajedrez era infinitamente superior en calidad al antiguo, por lo que
este se abandonó rápidamente a pesar de llevar siglos practicándose.
2.2.-Argumentos supuestos:
2.2.1.-El
modelo de Isabel la Católica: Esta suposición, a
saber que la dama del ajedrez es la reina "transportada" al tablero,
se tropieza continuamente y como ya se ha visto con toda clase de barreras
difíciles de explicar. Veamos algunas más en este apartado:
2.2.1.1.-La
datación "necesaria": A fin de
forzar las fechas no queda más remedio a los autores que centrarse en 1475-1476
como del Scachs, para así coincidir al menos con la
subida al trono de Isabel, pero sin tener en cuenta que en esa época no era la
reina relevante que luego fue (hecho ya señalado por mí en anteriores artículos
y que obvian continuamente, como tantos otros) y que los hechos clave de su
reinado estaban muy lejos de suceder, como la conquista de Granada, la
unificación de España, el descubrimiento de América, etc. Por tanto dar
excesiva notoriedad y trascendencia a la reina en aquella época no tiene
sentido.
De hecho no es muy lógico por parte de tres poetas valencianos cambiar el
ajedrez y dedicar poemas alegóricos a la reina teniendo en cuenta que en esos
precisos momentos las dos coronas se unifican, pero como señalan los mismos
autores, con preeminencia de Castilla e Isabel, pero distinción clara entre
unos reinos y otros, ya que incluso los ciudadanos de uno de ellos eran considerados
extranjeros en otro. Más bien en tal situación podría haberse considerado
"intrusa" a la reina, que adquiría más poder que su propio rey.
Por tanto observamos que ni aun forzando las fechas a conveniencia de la
hipótesis dejan de surgir problemas a esta. ¿Y cuántos van? Pero sigamos.
2.2.1.2.-Inexistencia
de referencias: Parece ser también
bastante lógico (de hecho inevitable) que si el ajedrez se hubiese cambiado en
honor de la reina Isabel, tal hecho apareciese continuamente en la literatura posterior,
con muchas referencias directas a ello.
Pues tal cosa no ocurre ni aunque pongamos el mayor empeño en ello, por
supuesto ni en referencias directas ni siquiera supuestas, por más imaginarias
interpretaciones que hagamos de la literatura posterior ¿es esto posible?
2.2.1.3.-El
movimiento del caballo: Dentro de
los hechos que los autores indican respecto a la reina se encuentra el de que
esta se identificaba para el pueblo como una "reina a caballo" debido
a la gran cantidad de hechos históricos y cruciales que la unían a esta imagen.
Entre ellos se hace hincapié en los miles de kilómetros que la reina hizo a
caballo, parece ser que como preparación para la batalla e incluso la reunión
de ejércitos de miles de hombres en los que la reina intervino personalmente
acompañada de su sempiterno caballo. De hecho incluso en representaciones
posteriores, como la rendición de Granada, se refleja a la reina Isabel montada
a caballo.
Ello hace que Westerveld escriba: "Mi hipótesis es que la reina Isabel, era en el ajedrez el general
que debiera estar presente, también como general, a caballo, en todas las
partes de su territorio" (pag. 146).
Debido a estos hechos incontrovertibles no se
comprende que si la reina del ajedrez fuese Isabel no se la diese el movimiento
del caballo. De hecho y con este supuesto hubiese sido mucho más lógico que la
dama hubiese tomado el movimiento conjunto de torre, alfil y caballo, o dos de
ellos solamente, pero siempre situando entre estos el movimiento del caballo
unido al de torre o alfil.
¿Porque si la hipótesis fuese cierta no se hizo así? Es algo que se debe
explicar de forma coherente y que hiere mortalmente una vez más tal supuesto.
2.2.1.4.-¿Porque
no llamaban al nuevo ajedrez "de la reina" y sí "de la
dama"?: Otro hecho bastante
curioso y que los autores despachan como "cuestión estética" cuando
es del todo lógico suponer que si la reina Isabel hubiese sido el detonante
para los cambios en el ajedrez este hubiese sido llamado "ajedrez de la reina".
Otra cuestión más para aclarar.
2.3.-Argumentos
técnicos:
2.3.1.-La
creación total del nuevo ajedrez en un mismo momento: La hipótesis mantenida por los autores exige de algún extraño
modo que todas las nuevas reglas y piezas del también nuevo ajedrez sean
creadas en un mismo momento (?) sin evolución ni modificación previa de ningún
tipo.
Tal creencia, opuesta además a la mantenida incluso por ellos mismos hasta el
momento actual, exige multitud de explicaciones a cual más improbable. Se debe
explicar cómo sin evolución y por tanto depuración previa del nuevo ajedrez
puede este haberse concretado en un todo tan coherente y equilibrado en todos
los aspectos; esto resulta tan sumamente difícil que incluso la concreción
total de las modernas reglas ha seguido pendiente durante decenios e incluso
siglos posteriores. Por ejemplo las reglas sobre coronación, enroque, etc. que
siguieron siendo discutidas e incluso matizadas por jugadores como Ruy Lopez o Philidor; incluso Lucena
hace notar que su estilo de juego es distinto, admitiendo por fin que la
coronación de peón pueda ser transformado en caballo.
Así de difícil es la depuración total de las reglas para formar un juego
coherente; los autores indican que algunas de las reglas del Scachs, como la fuerza de la dama en el manuscrito, fueron
modificadas y atemperadas por la práctica para llegar con las modificaciones
actuales a los tiempos de Vicent y Lucena. Entonces
¿cuándo se desea se admite la evolución como necesaria y cuando no se acude a
la creación instantánea?
Y además se debe tener en cuenta la cantidad y calidad de los cambios acaecidos
en el nuevo ajedrez, entre los que se encuentra no solo la creación de la dama
y el alfil así como la supresión de sus homónimos medievales, sino también los
nuevos movimientos del rey y los peones, el primer intento de enroque, etc.
Hasta Garzón se extraña de estas circunstancias señalando: "Ya mostramos nuestra extrañeza de que no se enfatice nunca el
movimiento del alfil que también era nuevo. Aún llama más la atención el
dominio que los poetas tienen de esta pieza: lo desarrollan por sus casillas
naturales y lo intercambian por el caballo, equiparación material que no es
fácil de calibrar al tener movimientos muy disímiles. Tal vez es tan fuerte la
novedad de la reina que eclipsa todo lo demás" (pag. 288).
O sea, que
se admite que los poetas conocen ya el equilibrio entre alfil y caballo, así
como el desarrollo lógico de estos y como explicación se da ¡que la dama es tan
importante que los poetas se han olvidado de todo lo demás incluido lo nuevo!
Está muy claro que como decía Francis Bacon cualquier cosa se tergiversa e
interpreta de acuerdo a la opinión que deseamos mantener.
Parece increíble sostener ideas tan extremas cuando existen otras mucho más
naturales y que no requieren "actos de creación ex novo"
para su coherencia. Es mucho más probable que el ajedrez se estuviese matizando
durante años anteriores (bastantes años muy posiblemente) y depurando las
modificaciones mediante las pruebas en partida viva a fin de admitir cada modificación,
debido a ello ya estaban consolidadas las pruebas respecto al alfil y conocido
su modo correcto de desarrollo y su equivalencia con el caballo, ese es el
motivo de no prestarlo atención en Scachs; la
creación de la dama sería la última de las grandes modificaciones del juego
(salvando el enroque moderno y otros temas menores) y por ello estaría en plena
coherencia con el resto de las modificaciones y nuevas piezas, ya que se
podrían considerar así incluso los peones y el mismo rey que cambiarían su
movimiento y valor de forma drástica.
Es por ello que la dama ya habría sido introducida tiempo antes del Scachs y en este sería la primera vez que esta pieza viese
la luz en forma escrita; de hecho el mismo Garzón sostenía previamente que
otros documentos anteriores eran posibles pruebas de la existencia de la dama,
como el "Espill" de Jaume Roig de
1459("escacs pel roc/ tens per la dona; sus-mat te dona")(5)(pag.
149-150). Pero claro, seguir manteniendo este dato destruye todo el entramado
actual y por tanto se obvia su importancia. Sobre estos temas, el autor y su
anterior obra volveremos más adelante.
Las inferencias de los autores son tan erróneas que ni aun dando por válidas
las fechas que proponen y la identificación de elementos (premisas) se puede
llegar a ninguna conclusión. Si tenemos:
(A) =
existe la reina Isabel (hecho cierto)
(B) = existe la dama de ajedrez (hecho cierto)
(C) = el poema contiene referencias directas entre (A)(B) (premisa supuesta que
aceptamos para comprobar el silogismo)
Entonces
vemos que:
A-->C (A
implica C, pues sin la reina no se habría dado C)
B-->C (B implica C, pues sin la dama no se habría dado C)
Pero nada
nos hace dar por validas:
A-->B
(la dama existe por Isabel)
B-->A (Isabel existe por la dama),
Estos
hechos (A, B) pueden ser perfectamente independientes y en las relaciones
anteriores no existir transitividad. Igual lo podemos observar en razonamientos
como:
Si A es un águila entonces es un ave
Si B es una paloma entonces es un ave
Sin implicar que "Si A entonces B", puesto que un águila no es igual
a una paloma.
En pocas
palabras, se pueden utilizar sucesos metafóricamente (como licencia poética)
sin que estos tenga relación "causa-efecto", aunque eso sí, algo se
puede deducir de todo lo comentado, y es que las personas que realizan este
tipo de inferencias no son de ciencias. Por tanto vemos que ni con la mejor
voluntad y admitiendo como válidas todas las premisas, se puede llegar a este
tipo de conclusiones.
Creo que no
es necesario añadir más a lo considerado sobre este tema al estar muy claro que
no solo el poema no indica "pruebas incontrovertibles" de la creación
de la dama por la reina Isabel sino que además este supuesto crea más problemas
de los que resolvería, como se muestra en todo lo anterior.
Tal idea debe ser probada por referencias documentales directas y personales,
las cuales no existen, y no por interpretaciones de poesías metafóricas y
únicas, las cuales no pueden ser tomadas como base histórica real.
Lo curioso del caso es que, como ya señalé en escritos anteriores (2), tal
hipótesis además de indemostrable es realmente superflua a fin de demostrar la
procedencia hispana de ajedrez y damas, la cual está sobradamente documentada.
El añadir hipótesis fácilmente atacables solo da pie a los detractores de la
génesis española para encontrar argumentos contrarios y basándose en ellos
desdeñar todas las verdaderas referencias hispanas.
Como ya indicara Ricardo Calvo, y no olvidemos que él mismo era el mayor
estudioso del "Scachs d'amor",
este tema siempre quedará como especulación; así sigue en el momento actual a
pesar de los ímprobos esfuerzos de los autores, los cuales deberán seguir
investigando si desean probar esta hipótesis en algún momento, pero yo no se lo
aconsejaría pues solo será una pérdida de tiempo, ni más ni menos.
Otra
cuestión es si el poema contiene ajedrez moderno o no; aquí también hay que
diferenciar, pues la partida reflejada sigue las reglas actuales, pero el
reglamento indicado no es el actual, sino una fase previa que necesitó largos
años de depuración para llegar a las reglas aceptadas, incluso siendo estas
últimas depuraciones de mucha menor entidad y dificultad que las ya realizadas.
Con ello
vemos claros dos temas:
1) Que
difícilmente (por no decir imposible) algo coherente y bien ensamblado salga de
la nada sin previa evolución, contra lo que mantienen los autores.
2) Igual
que la partida no infringe las normas actuales, pudo haberlo hecho en el caso
de utilizar alguna de las reglas arcaicas que eran posibles de usar por los
poetas, ya que entonces eran legales.
Esto se puede dar incluso entre juegos diferentes; podemos construir un enorme
número de partidas que son igualmente legales en damas españolas y
anglosajonas, para ello basta con utilizar solo peones o en caso de damas mover
un escaque como máximo en españolas; hecho esto, nadie podría decir que tales
partidas son de un juego concreto, sino de varios posibles. Otro ejemplo son
los problemas medievales de ajedrez, entre los que cualquiera de ellos que no
utilice piezas o reglas modernas podría pasar por ajedrez actual sin serlo.
Teniendo en cuenta lo anterior se puede aceptar que el poema transcribe una
partida de ajedrez actual pero no el reglamento actual, sino una fase evolutiva
de este, que podemos tomar como representativo del ajedrez moderno por ser la
vía hacia él.
3.-Torquemada versus Timoneda
Es notable el empeño de los autores por hacer
desaparecer el libro de Torquemada (6) de la bibliografía damistica
situando en su lugar el libro de Timoneda (7), aunque
más que notable se debería decir "desesperado".
En primer lugar indicar que se dedican varios capítulos a este tema, de hecho
bastante reiterativos y que bien podían haber sido compendiados en uno solo
escrito por ambos autores que evitase tanta reiteración e incluso
contradicción.
Es probable que como sostienen, el libro de Timoneda
sea anterior a la fecha de su impresión pero esto no implica la eliminación del
Torquemada, pues ambos hechos pueden ser ciertos sin ser contradictorios. A fin
de encontrar cualquier cosa que "elimine" a Torquemada se hacen
suposiciones peregrinas que por supuesto no se aplican a otros autores o cuando
no se desea. Algunas son:
a) Se supone que Juan Timoneda es el librero Juan de Timoneda, que comenzó su actividad en Valencia, a mediados
del siglo XVI. Esta suposición está por comprobar definitivamente.
b) Ningún autor de libros de damas de los siglos XVI, XVII y XVIII nombra a
Torquemada: En efecto, pero tampoco ninguno nombra a Juan Timoneda
ni a Mirón del Castillo (en el libro de 1635 supuesto anterior) ni muchos de
ellos nombran a otros que se saben anteriores, sin que ello implique la no
existencia de estos. Tampoco ningún autor de ajedrez nombra al Vicent de 1495 y ello no ha implicado su inexistencia,
referida posteriormente por personas ajenas al ajedrez.
c) Nicolás Antonio, autor de "Biblioteca Hispana", en la cual se
referencia por primera vez el libro de Torquemada y aporta todos los datos
bibliográficos e incluso el tamaño de la obra ha cometido "diversos
errores" a juicio de los autores. El primero de ellos es grave, ya que
según estos ha añadido la palabra "Damas" al final, sin existir en la
obra; mal asunto, pues pone en entredicho a un autor considerado modélico para
seguidamente desdecir su propio supuesto y admitir que la palabra ya existía en
la época de Torquemada.
Hay que tener mucho cuidado con estas hipótesis gratuitas que afectan incluso a
la fama de otros, en este caso Nicolas Antonio; pero
a pesar de todo se sigue insistiendo en este dato después de haber sido
refutado.
En un afán desmedido por encontrar "errores" en la referencia de
Nicolás Antonio, se dice lo siguiente: "Y, lo que es más importante, la
grafía del nombre de ambos autores comienza con la letra T, lo cual puede
propiciar un error del bibliófilo que facilitó la fecha a Nicolás Antonio. A
partir de ahí, el equívoco se ha perpetuado"(?).
Pero ¿en que se parecen los nombre de "Antonio de Torquemada" y
"Juan Timoneda"? ¿Es posible un error entre
ambos? Una vez más se intenta confirmar las propias ideas a cualquier precio.
d) Pero no solo se duda de Nicolas Antonio, sino
también del "Manual del librero Hispano-americano " de Palau y Dulcet, los cuales
indican incluso el número con el que se hallaba un ejemplar en la Biblioteca
Municipal de Valencia, a saber el 334904.
Los mismos autores señalan que en sus indagaciones y consultas a las
autoridades bibliotecarias valencianas se indica por estas que actualmente no
existe tal volumen, pero que también han desaparecido en el tiempo señalado más
de 300 obras distintas; debido a esta misma afirmación no se puede suponer que
el Torquemada no haya existido en las bibliotecas, sino que puede perfectamente
haber sido así y desaparecido posteriormente, ya sea por incendio como señala Carceles Sabater o por cualquier otra causa.
Como es
bastante claro no existen pruebas suficientes para deslegitimar el libro de
Torquemada y mucho menos para indicar que el Timoneda
debe ocupar su lugar. Sobre esto se puede señalar:
a) Aun admitiendo como "Timoneda" a Juan de
Timoneda, se sabe que este era más bien un plagiador
experto y con bastante certeza ni siquiera era jugador de damas, por lo que su
obra sin duda es el acopio de problemas de otros autores; si como señalan parte
de la obra de Torquemada se contiene en Timoneda, entre
otros posibles plagios, es indudable que existían autores anteriores a Timoneda de los que este copió.
Por tanto se puede suponer perfectamente que uno de estos autores es Torquemada
y por ello la suposición de "Torquemada es Timoneda"
debe cambiarse por "Timoneda es Torquemada"
que es distinto.
b) Por más vueltas que se le quiera dar al asunto, la verdad es que el final
señalado por Montero en su libro e indicado como incorrecto en "el libro
editado antiguamente en Valencia" no se encuentra en Timoneda.
Suponer que este final podría encontrarse entre los muy escasos problemas quizá
perdidos de Timoneda es solo eso, un suponer; por
tanto y con las pruebas reales en la mano, debemos concluir que el Timoneda aun suponiéndole de mayor antigüedad a su fecha de
impresión, no es el libro al que se refiere Montero, que seguramente desconoce
incluso el nombre del autor y por ello no lo indica.
c) Respecto a la posible conexión del Timoneda con el
ajedrez moderno, en nada afecta a la existencia del Torquemada; además no
representa ningún descubrimiento, pues el juego de damas procede en parte del
ajedrez (1)(3) y por ser este anterior y haberse editado obras con contenido
gráfico (el mismo Lucena entre otros) no es de extrañar que otro juego
desarrollado en el mismo tablero aproveche los gráficos e incluso parte del
léxico ya existentes para reflejar sus problemas, ¿qué hay de extraño en esto?
Vemos que
no existen pruebas que permitan eliminar Torquemada para situar en su lugar a Timoneda ni aun suponiendo a este anterior a la fecha de
1635 en que fue impreso; ambos hechos pueden ser reales e independientes.
A tenor de las pruebas puede ser posible que la impresión y edición de Timoneda fuese en realidad la primera que se hacía de este,
basándose en un manuscrito antiguo del mismo Timoneda
en que recopilasen problemas de otros pero no llegase a publicar; hay que hacer
notar que nada en la edición de este libro indica que haya sido impreso antes y
ni siquiera que Timoneda sea un autor ya
desaparecido. Lo mismo se puede decir del añadido de Mirón del Castillo.
Sobre el tema de tan afanoso proceder para sustituir a un autor por otro vuelvo
posteriormente.
4.-Apropiaciones
erróneas
En su afán de apoyar sus hipótesis los autores
cometen errores de bulto, algunos de ellos ya comentados y otros tan graves o
más por comentar, entre ellos el dar como propio de Valencia obras que solo
tienen en relación con ella el lugar de impresión y no son propias de los
círculos valencianos.
En la página 250 de su obra (4) se indica la producción valenciana de ajedrez y
damas en la que existen incomprensibles errores, por decirlo de alguna manera.
Veamos:
1) Dentro de la producción valenciana de ajedrez se encuentra el celebré libro
de Lucena impreso y editado en Salamanca en 1497, con la justificación de que
"se basa en lo esencial en Vicent".
No creo que nadie en el mundo pueda estar de acuerdo con esta barbaridad (salvo
los autores, claro) y casi sobran los comentarios, pero alguno haremos:
a) La
relación con Vicent está por comprobar, una vez
hallado este libro perdido, y por tanto solo se trata de una suposición. Sobre
la validez de las especulaciones respecto a Vicent
hechas en (5) las trataré posteriormente.
b) Aún en el caso de que Lucena contenga problemas de Vicent
no se puede decir que el Lucena sea valenciano, pues también contiene otros
problemas no relacionados con este. Además ¿sería Vicent
el autor de los problemas que figuran en su libro? Pues no con toda seguridad,
ya que muchos de ellos eran del ajedrez medieval y siguiendo la
"lógica" de los autores entonces toda esta producción seria árabe y
no valenciana.
c) Siguiendo esta "lógica" también las obras posteriores de Lucena,
los manuscritos del Escorial y de la Biblioteca Casanatense
de Roma serian obras valencianas, así como el Damiano.
Yo ya me pregunto ¿habrá algo que no sea valenciano?
2) Entre
las obras de Damas se cuentan como valencianas:
a) "El
ingenio o juego de marro, de punta, o damas" de Antonio de Torquemada. En primer
lugar se observa que aún en estos momentos de su exposición los autores no se
atreven a eliminar este libro de la bibliografía damistica
¿porque si según ellos "han demostrado" que no ha existido?
Ahora está claro el porqué de todos los esfuerzos para que Timoneda
sustituya como primer libro a Torquemada, principalmente porque este es
astorgano y Timoneda valenciano (suponiendo que este
sea realmente el Juan Timoneda autor del libro de
1635), cuadrando mejor en sus hipótesis.
b) "Libro de damas, vulgarmente nombrado el marro" (1591) de Pedro
Ruiz Montero "El Andaluz" originario de Córdoba, con lo que está todo
dicho.
c) No se hace mención del Alonso Guerra, posiblemente de 1595, aunque realmente
no se sabe si es del todo correcta su datación; en todo caso no se menciona ya
que entre otras cosas el autor es de Osuna(Sevilla) y ni siquiera estaría
impreso en Valencia.
d) Incluso existen dos posibles libros anteriores a estos y no valencianos, lo
que está pendiente de comprobar; uno de ellos es el anónimo de Juan de
Junta(inventario de 1556), titulado "Juego de Damas", encontrado en
Burgos.
El otro pertenecería a un autor llamado Valle, con toda seguridad no valenciano
contra lo que opinan los autores. De hecho hacen mención a las palabras de
Rodrigo Caro(1624) que dice: "De ese juego escribió un
valenciano un libro que yo vide impreso y leí algunos
años ha, y otro llamado Valle".
A partir de este comentario los autores hacen el
siguiente razonamiento: "Valle era un nombre que
hace años figuraba 800 veces en la guía telefónica de Barcelona, 400 veces en
la guía de Valencia y 150 veces en la guía de Sevilla, por lo cual estimo que
el damista Valle también debe ser de Valencia".
¿Cabe un despropósito mayor? ¡la guía telefónica
para deducir hechos de hace siglos! Cualquier cosa se tergiversa para
convertirla en valenciana; de hecho y según Rodrigo Caro, el autor Valle no era
valenciano pues en tal caso habría comentado el hecho de dos valencianos, no de
uno y otro autor llamado Valle.
A la vista
de estos pequeños detalles queda evidenciada la fiebre que ataca a los autores
para lograr de cualquier manera que todo sea valenciano; una cosa es que una de
las imprentas más importantes (o la más) en los siglos XVI y XVII fuese
Valencia y otra que los libros allí impresos pertenezcan a la cultura
valenciana como tal. De hecho cuando otras imprentas igualaron o superaron a la
valenciana, casi todos los demás libros fueron impresos y publicados en otros
lugares.
Actualmente la práctica totalidad de libros son editados entre Madrid y
Barcelona y eso no quiere decir que pertenezcan a ninguna "cultura
madrileña o barcelonesa", solo quiere decir que el mayor número de
editoriales se encuentran en esos lugares, ni más ni menos. Uno de mis libros
ha sido publicado por una editorial barcelonesa y otro impreso y editado en
Madrid y yo no soy de ninguna de estas ciudades.
De hecho ni siquiera los libros señalados están escritos en valenciano, como sí
ocurre con "Scachs d'amor",
sino en castellano antiguo. Incluso el libro de Valls sitúa en primer lugar la
acepción "damas" usada primeramente en Castilla a la acepción
"marro de punta", indicada como más vulgar.
Por tanto
hay que tener mucho cuidado en asimilar valores u obras no propias aunque solo
sea por lo fácil que resulta desenmascarar la estratagema; en estos momentos en
que cada uno escribe la historia como le viene en gana pueden parecer temas de
poca importancia, pero son de máxima y los organismos oficiales, como la
Generalidad Valenciana, editora del libro (4), debería tener más cuidado con
estos datos que en realidad la dejan en evidencia al ser tan claramente
incorrectos.
5.- Hipótesis valenciana sobre la génesis de ajedrez y damas.
En mi opinión hay que separar claramente la
génesis de ambos juegos; respecto al ajedrez me parece posible la génesis
valenciana de este, al menos tanto como la génesis española al respecto del
resto.
En ajedrez no ocurre lo que en Damas, respecto a las cuales la prioridad
española es tan evidente y con tantos años e incluso siglos de antelación (1)
que toda oposición no es más que producto de la cerrazón exterior y de la lucha
de culturas, que poco a poco cederá.
No ocurre así en ajedrez, ya que este juego fue introducido siglos antes en
Europa por los árabes y se practicaba en muchos lugares. La cuestión es si el
nuevo ajedrez fue creado en España o en otro país anteriormente, para los que
se barajan casi en exclusiva Francia e Italia como oponentes, con pocos años de
diferencia.
Los hechos concretos avalan la tesis española, ya que los primeros documentos
escritos se dieron en España [Ver (1), también valido en muchos comentarios
respecto al ajedrez], y solo posteriormente y gracias a la expansión española
de la época pudieron otros países como Italia (con quien se mantenían
relaciones continuas e incluso existían posesiones españolas) hacerse eco en
poco tiempo del nuevo ajedrez.
Estos mismos hechos que avalan la prioridad española sobre el nuevo ajedrez
avalarían de igual modo la prioridad valenciana en la Península, ya que solo el
"Scachs d'amor" e
incluso "Espill" son suficientes para
atestiguarlo, sin esperar a la aparición del Vicent.
Por tanto no se necesitan hipótesis extrañas y superfluas a la cuestión y la
génesis valenciana está bien respaldada.
El caso del juego de damas es más complejo y actualmente no se puede asegurar
en qué lugar de la Península nació; es incuestionable que el ajedrez ha
generado en parte el juego de damas pero ello no quiere decir que los mismos
círculos de jugadores que crearon uno lo hicieran con el otro. De hecho la otra
base del juego de damas, el alquerque o andarraya se conocía en todos los
reinos y la expansión del nuevo ajedrez en esos años pudo dar lugar en
cualquiera de ellos a las modificaciones pertinentes.
Se acostumbra a citar el comentario de Ruiz Montero como prueba del origen
valenciano; este escribía: "En Valencia, más que en ningún otro lugar, me
ha parecido imprimir lo que he alcanzado, porque en ella y en su reino más que
en las otras provincias y reinos, que he andado, he visto y tratado diestros
jugadores".
Como es evidente lo único que indica Ruiz Montero es que ha visto allí los
mejores jugadores, pero para el tema que nos ocupa, lo importante es lo que
realmente indica: que en muchas provincias y reinos también se jugaba a las
damas. Luego nada se infiere en estas frases sobre el tema del origen del
juego; de hecho también dice que el origen del juego se debe a Muscio Scevola, siglos
anterior(sobre estas tesis fantasiosas ver 4).
Todo esto indica además que un autor relativamente próximo al nacimiento del
juego no sabía ya donde se había originado realmente. De hecho y si hacemos
caso a la bibliografía del juego, la candidatura de Andalucía seria fuerte, ya
que muchos de los primeros autores del juego eran de allí originarios.
Incluso los autores (4) solo pueden suponer el origen valenciano sin pruebas
reales que lo avalen, solamente su comentario de la creación en Valencia de la
dama del ajedrez, débil prueba para asentar sobre ella el nacimiento de otro
juego.
En mi opinión y como ya hice notar en comunicación privada a uno de los autores
(Garzón) el que en un lugar se practique o sea más popular un juego en un
momento dado del tiempo no asegura que tal juego se originó allí, aunque tal
posibilidad es mayor cuanto más cerca nos situamos del nacimiento de dicho
juego.
Por tanto la génesis del juego de Damas está todavía pendiente de aclarar
(dentro de España, claro está) y en mi opinión los candidatos más importantes a
ello son Valencia, Andalucía y Castilla, pero sin datos concretos para dilucidarlo
definitivamente.
6.-En pos del incunable
perdido
Esta obra de José Antonio Garzón, anterior a la
actual, ha quedado definitivamente dañada y yo diría que destruida con el nuevo
libro (4). No sé si el autor se ha percatado totalmente de ello pero ha hecho
que "En pos…" ya no sea fiable en ninguna de sus conclusiones.
Es lástima que el trabajo de toda una vida se tire así por la borda debido a la
asunción, solo en los últimos meses en su obra de investigador, de hipótesis
extrañas y en las que nunca creyó como deja claro en anteriores comunicaciones
a Westerveld (pag. 224) y a
mí mismo.
La destrucción de "En pos del incunable perdido" se lleva a cabo en
su totalidad ya que el mismo autor reconoce como erróneas en su actual obra
todas sus elucubraciones anteriores sobre el "Scachs
d'amor" y sobre la reforma del ajedrez, incluso
dice textualmente que deja atrás sus anteriores argumentos técnicos, etc.
Produce perplejidad ver ahora las ideas básicas sobre las que Garzón asentaba
toda su obra, de tantos años, como "…cabe suponer que se
necesitan varios años de práctica continuada para alcanzar la madurez y
destreza de juego reflejada en el poema(Scachs)"(5)(pag. 163-164) o
"Prueba
de que la reforma no es ni mucho menos la consecuencia de una noche de febril
inspiración, sino que todo el bagaje anterior, siglos de práctica, composición
de problemas y tratados…"(5)(pag.164).
Y así continuamente, toda su obra anterior se
basa en este tipo de premisas. Incluso se permite hacer disquisiciones
metafísicas respecto al ajedrez: "Se había conseguido un
mundo endiabladamente perfecto. Un equilibrio demasiado escalofriante y que se
escapa a mi compresión y me hace preguntarme: ¿qué es realmente el ajedrez?"(5)(pag.170)
Al menos el
autor ya tiene respuesta a sus anteriores preguntas ¿qué es el ajedrez? Pues
nada, un jueguito que para construirle se sientan una tarde los tres poetas y
entre una palabra y otra pues sin más esfuerzo dan con "ese resultado tan
maravilloso y perfecto que se escapa a la compresión". Así de fácil lo
debe ver ahora el Sr. Garzón.
En mi opinión ni siquiera se ha percatado realmente de lo grave que incluso
para su currículo de investigador es este tema, ya que:
1) O toda
una vida dedicada al tema no le sirvió en tantos años nada más que para llegar
a ideas completamente erróneas (realmente no acertar ni una), lo que pone en
tela de juicio la competencia de cualquier persona.
2) O ahora está totalmente equivocado, destrozando toda su obra anterior, que
sería mucho más valida, lo que aún es peor que lo anterior.
Total, que
dos capítulos completos de su obra anterior quedan reducidos por él mismo a
cenizas y sus elucubraciones "demostradas erróneas"; en este caso ya
solo queda del libro, como capítulo de investigación importante, las
consideraciones sobre Lucena y Vicent como libros
diferenciados o no.
Según el autor y basándose en teorías de Yuri Averbach,
Ricardo Calvo y sobre todo él mismo mediante el estudio de algunos problemas
del Lucena, llega a la conclusión de que estos pertenecían casi por entero al Vicent, que recordémoslo, es un libro desaparecido del que
no sabemos realmente su contenido. Incluso Westerveld
duda del contenido del Vicent escribiendo: "Por lo tanto no
sabemos nada si en este libro se trató la nueva dama poderosa"(pag. 145)(4). Los autores deberían sincronizarse mejor para no
contradecirse continuamente, cuestión que arreglan rápidamente cuando es
necesario y se dan cuenta del error.
Volviendo al tema que nos ocupa, lo único que nos queda de (5) es ver si se
pueden salvar las conjeturas de Garzón sobre el Vicent-Lucena,
¿pero cómo dar por validas unas deducciones sobre un libro no existente a un
autor que se ha equivocado en todo sobre documentos que tenía a la vista?
¿porque no va a equivocarse en cuestiones ocultas cuando lo ha hecho (según su
actual opinión) sobre temas muy evidentes?
Con ello termina de destruir por completo la obra anterior y todo lo escrito
durante tantos años al respecto y hace que ahora y más que nunca haya que
encontrar el incunable de Vicent para cerciorarse de
su verdadero contenido. Ya no podemos dar por validas deducciones de nadie sino
solo hechos contrastables; por tanto y mientras no se demuestre lo contrario el
Arte de Lucena sigue siendo el primer libro impreso sobre el nuevo ajedrez.
En mi opinión sí debe contener ajedrez moderno y así se lo comenté a Garzón
indicando el por qué aparece el juego de damas en las referencias del Vicent:
"Las menciones al respecto del libro y en las que se mezcla
el juego de damas no puede ser más que por:
a) En el mismo se hace mención del nuevo juego como "de la
dama", lo que hace ir en un solo paso al plural "de las damas",
que unido a la existencia de este juego completa la confusión.
b) Lo anterior se une a que las personas que hacen estas referencias no son muy
duchos en ninguno de los dos juegos, confundiéndoles en la acepción
"juegos" sin diferenciarlos claramente. "
A este respecto Garzón me contestó:
"Sin embargo, usted plantea una cuestión que hasta ahora
había pasado inadvertida a todos. ¿Y si lo que confunde a Vargas -y en menor
medida a Ribas y Caballero- es el encabezamiento "de la dama", con el
que con toda seguridad empezaban muchos problemas? Una idea importante y muy a
tener en cuenta en el futuro"
En efecto,
es una idea importante y la creo mucho más fiable respecto al contenido en
ajedrez moderno que las elucubraciones de "En pos del incunable
perdido", producto de una época en la que el mismo Garzón reconoce, no sé
si muy conscientemente de su trascendencia o no, que su acierto en las deducciones
no era nada notable.
Un error grave de Garzón en referencia al método demostrativo es su comentario
siguiente: "¿por qué siempre se
exige una demostración de que el libro de Vicent
contenía ajedrez moderno? También se puede exigir la demostración contraria
"(5)(pag. 113).
Esto es incorrecto pues quien propone una
hipótesis debe cargar con la prueba de ella y no al contrario; incluso en este
caso con mayor motivo ya que anteriormente nunca se había producido el hecho a
demostrar y por tanto se asume en principio inductivamente que los hechos
anteriores seguirán produciéndose, debiendo demostrarse la aparición del nuevo
por primera vez.
Pero ahora ni mi opinión ni la suya, favorables a la aparición del ajedrez
moderno en Vicent, valen a este respecto y se hace necesario
encontrar el libro para cerciorarse de su contenido, ni más ni menos.
7.-Extravagancias y
temas varios
En esta sección comentaré algunos detalles que
llaman la atención en el libro comentado. Veamos:
a) Para mi sorpresa aparece un prólogo de Ricardo Calvo
cuando este no ha visto el libro debido a su prematura desaparición. Tal
prologo debe pertenecer al libro de 1997 (Westerveld)
pero no parece muy correcto incluirlo aquí cuando el autor no conoce en
absoluto las conclusiones del libro, en muchos casos dispares con las suyas
propias.
Incidir en que Calvo estaría de acuerdo con este libro es solo
"suponer" en lo que son expertos los autores y además no elimina la
gravedad del hecho.
b) En el libro se dedican dos capítulos a los libros de damas. En
uno de ellos escrito por el bibliófilo Victor
Cantalapiedra se hace un repaso a los libros españoles hasta 1992 y en el otro
debido a Weterveld se hace un repaso a dichos libros
hasta el año 1996.
Yo me pregunto ¿no se ha editado su libro en 2004? ¿Entonces por qué pararse en
1996? El primer artículo hace tiempo fue escrito pero no es así con el debido a
Westerveld, que conoce sobradamente la edición de mi
libro "Tratado Hipermoderno del Juego de
Damas" (2001) y que sí nombra a pié de la página 225.
Sobre este libro el mismo Westerveld opina en su
página web que "es incluso barato para su contenido" y el otro autor
(Garzón) opina en comunicación privada a mí dirigida que :"deseo
felicitarle sinceramente por su libro (en el campo del ajedrez tenemos pocos trabajos
modernos de ese calibre)".
El por qué dentro de la bibliografía de un libro de 2004 no aparece otro
sobradamente conocido por los autores, además el primero del siglo XXI, es algo
que deben explicar, aunque ello no es posible desde ningún punto de vista
coherente excepto el de tratar deliberadamente de ocultarlo debido a su
magnitud e importancia, lo que dice poco de su buen hacer.
Aparte figuran los primeros libros de damas editados en distintos países,
excepto precisamente en Portugal que es donde más y mejor se han cuidado las
damas españolas, con literatura sobre el tema superior a cualquier país; esto
es incomprensible e inadmisible y debe ser corregido de inmediato.
c) En lo que respecta a la
introducción de la segunda parte de la obra no tiene desperdicio, todo un
panegírico de Westerveld hacia su propia persona. En
cierto modo podría caer simpático y cierta parte de su trabajo es positiva
(búsqueda de libros, defensa de España como país origen), pero su personalidad
tiene características bastante férreas y persistentes, entre ellas: a)
"Todo es mío" y b) "Siempre tengo razón".
Respecto al punto (a) ya tuve que demostrarle (2) que distintas hipótesis sobre
el juego no son ni mucho menos suyas; recientemente también le he tenido que
demostrar en comunicaciones privadas que no tiene derechos de propiedad sobre
las damas españolas, cuestión que me quería hacer ver respecto a portadas de
libros señalándose él como propietario o único poseedor de estas, hasta que le
demostré lo contrario, cosa que sabia y me ocultaba deliberadamente.
Respecto a (b) es posible que sea caso único en todo el orbe; no tiene reparos
en compararse nada menos que con Galileo (web) o escribir en su nuevo libro
barbaridades como la siguiente, que no se sabe si producen estupor o hilaridad:
"He inventado mentalmente el movimiento perpetuo con un
artilugio que se pone en agua y donde se usan dos fuerzas: la ley de presión
ascensional y la ley de la gravedad. Cuando una fuerza termina comienza la
otra. Funciona con agua, aire, pesos y cápsulas. Propuse mis ideas a la British
Petroleum y les pedí autorización para hablar con sus
mejores ingenieros. British me contestó secamente que ellos tienen sus propios
investigadores. …" (4)(pag. 226)
Para terminar diciendo:
"Abandoné
el proyecto debido a mis múltiples viajes al extranjero y por no ser ingeniero,
pero para una mayor seguridad hice un acta notarial en la que en holandés está
escrito el invento, porque sigo creyendo en la posibilidad".
(4)(pag. 226)
Y yo me pregunto
¿tiene este hombre la menor idea de lo que está diciendo? Pues no, claro está.
Solo lo anterior si fuese leído en primer lugar por cualquier persona con un
mínimo de conocimientos y sentido común haría que abandonase su libro sin más,
pues ese autor no podría decir nada coherente.
No solo revela su desconocimiento total de los mínimos rudimentos de la ciencia
(palabra que por cierto no hace más que utilizar) y su falta de respeto hacia
los conocimientos de los demás (es irrelevante que consulte a cualquiera por
experto que sea en la materia, si no coincide con él simplemente no le hace
caso) sino que además es incoherente con sus propias ideas.
¿Pero usted sabe lo que implica lo que está diciendo? Sr. Westerveld,
si tal cuestión fuese posible y tal motor perpetuo se pudiese realizar (lo cual
es sencillamente imposible en nuestro universo, como sabe cualquier persona con
un mínimo de conocimientos) resultaría que: a) Los problemas energéticos de la humanidad estarían
resueltos para siempre, pues se tendría energía infinita a cambio de nada; por
tanto podría ser eliminada fácilmente el hambre en el mundo o cualquier cosa
que se desease, b) La
biodiversidad, el calentamiento global y cualquier otro problema estarían
solucionados, ya que no sería necesario esquilmar la naturaleza en busca de
energía c) No hay duda
que con un sistema así se podría colonizar gratuitamente el universo entero, de
hecho se podría generar más energía de la que este realmente
contiene(??), d) El
autor de tal prodigio sería considerado el mayor genio que jamás hubiese
existido y sin duda el mayor benefactor de la humanidad, sin comparación
posible, y un largo etc.
En tal caso es incomprensible y de verdadera risa que alguien "con tal
posibilidad" abandone el proyecto "por qué tenga otras cosas o viajes
que hacer" o para temas tan "importantes" como el juego de damas
(???).
Es verdaderamente insensato por parte de organismos oficiales, en este caso la
Generalidad Valenciana como editora del libro, que se avalen obras que
contienen estos disparates, dejando en muy mal lugar al organismo de que se
trate. Sería prudente al menos hacer una nueva revisión de esta obra y eliminar
algunas partes, entre ellas esta que señalo, pues en caso contrario el
descrédito es mayúsculo.
8.-Conclusión
Era mi intención hacer un comentario más extenso
del libro en cuestión, pues muchos temas y puntualizaciones dejo sin tratar,
pero creo que ya le he dado más notoriedad de la que el mismo merece.
La cantidad de inferencias erróneas, suposiciones tacitas, apropiaciones
indebidas, interpretaciones falaces, etc. es tal que realmente habría que
escribir otro libro entero para tratarlas una por una, tiempo que para un tema
tan poco relevante no voy a perder, claro está, ya que lo comentado se revela
más que suficiente.
Copyright José Luis González Sanz
2004
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(1) Ver "Las Damas y su origen: el fin de
las fantasías" en esta misma página (sección "Artículos"),
también publicado en Enciclopedia Damista.
(2) Ver "Carta abierta a un autor obnubilado" en
"Artículos" o "Los límites de las hipótesis" en
Enciclopedia Damista.
(3) Ver "Origen de la palabra Damas" en sección "Artículos"
y en Enciclopedia Damista.
(4) "La reina Isabel la Católica: su reflejo en la dama poderosa de
Valencia, cuna del ajedrez moderno y origen del juego de Damas" Govert Westerveld y José Antonio
Garzón Roger (coautor)
(5) "En pos del incunable perdido" José Antonio Garzón Roger (2001)
(6) "El ingenio o juego de Marro, de punta, o Damas"-Antonio de Torquemada-Valencia-1547
(7) "Libro llamado Ingenio, el cual trata del Juego de Marro de
punta"-Juan Timoneda-Tolosa-1635
José Luis González Sanz
Todos los derechos reservados
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