Contestación
por referencias sobre autorías e hipótesis. Un artículo derivado de este y con
el título "Los límites de las hipótesis" ha sido publicado en
"Enciclopedia Damista" (en portugués).
Puede
considerarse la culminación de los dos anteriores sobre historia del juego y
las conjeturas modernas realizadas sobre él.
Carta abierta a un autor obnubilado
1.- Introducción
2.- Aprendamos español
3.- ¿Se habrá producido una "abducción"?
4.- ¿Quién puede reclamar la autoría de las hipótesis?
4.1.- Introducción
4.2.- El origen español del juego de damas
4.3.- La defenestración de las hipótesis fantasiosas
4.4.- El entorno de creación del juego
4.5.- La influencia de la reina Isabel la Católica
5.- Conclusiones
**************************************************
1.-
Introducción
Para mi sorpresa el jugador y autor de
damas Govert Westerveld ha
vertido ciertas opiniones sobre mi obra "Tratado Hipermoderno
del Juego de Damas" y por tanto también sobre mí en el sentido de haberle
plagiado ciertas hipótesis sobre el origen del juego de damas, lo que paso a
contestar en este artículo.
Debo decir que no me ha consternado en absoluto este tema, más bien me produce
cierta hilaridad, pero como me gusta dejar las cosas bien zanjadas es por ello
que realizo este trabajo, aunque tal aberración no lo merezca.
Debo decir en primer lugar que sobre este autor no he hecho otra cosa hasta el
momento actual que verter toda suerte de elogios y en todos los medios a mi
alcance, incluso personalmente a otros aficionados, hecho que él conoce y muy
orgullosamente ha expuesto en su propio medio.
Tampoco he tenido inconveniente en dar a conocer su obra en la sección
"Bibliografía" de esta misma página, por lo que no existe ocultación
ninguna a este respecto.
Pero también he señalado en alguna ocasión que "la mentalidad de este
hombre es muy particular" de lo que ha dado sobradas muestras lanzando tal
diatriba. Sigamos entonces.
2.- Aprendamos español
En primer lugar debo
decir que cuando hablamos de algo tenemos que saber claramente que es lo que
decimos, pues si desconocemos las bases del idioma podemos "meter la
pata" continuamente.
Este es el caso del Sr. Westerveld al que no parece
que se le dé nada bien el español a pesar de los años transcurridos entre
nuestras fronteras. Por ello utiliza la palabra "plagio" sin saber
realmente lo que está diciendo. A saber:
Plagio: Copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias (Real
Academia Española de la Lengua)
A tenor de esta definición observamos dos
características esenciales:
1) Obras ajenas: Sobre este punto el Sr. Westerveld parece creer que ciertas hipótesis o
descubrimientos son suyos. Esto está muy lejos de la realidad como ya pondré de
manifiesto en el punto "4.-
¿Quién puede reclamar la autoría de las hipótesis?" al que me
remito.
2) Presentar esas obras como propias: En este punto es donde tal
autor comete un error impropio de alguien medianamente preparado, pues en mi
libro no presento ninguna hipótesis histórica como
propia y solo me limito a exponer una herencia que me viene ya dada, sin una
sola palabra que indique el que yo asuma esta herencia como propia, por tanto
la barbaridad no puede ser mayor.
A pesar de ello, muchos de los comentarios vertidos en las pocas páginas que
dedico a este asunto, como las reticencias extranjeras a la aceptación del
origen español, etc. así como el desarrollo total de mí artículo de esta misma
página "Las Damas y su origen: el fin de las fantasías" son
originales míos tanto en argumentos como en concepción del trabajo, lo que a
pesar de todo ni siquiera me atribuyo en ellos.
3) No deja de ser gracioso como se puede
realizar una crítica negativa de una obra basándose en algo supuesto ¡que solo
ocupa una página de 623!
Llegado a este punto queda bien claro que
el Sr. Westerveld no entiende el idioma y por tanto
es normal que cometa tan crasos errores, pero claro, cuando uno tiene
limitaciones hay que ser muy cuidadoso al pisar un campo extraño porque lo más
fácil es equivocarse. A pesar de que este comentario es de puro sentido común
debo hacer notar que solo las personas que saben de sus limitaciones son
capaces de tomar precauciones, siendo imposible para las que se creen
invulnerables y en posesión de la verdad absoluta.
3.- ¿Se habrá producido
una "abducción"?
Este comentario en el
que reflejo alguna extrañeza es debido a que el Sr. Westerveld
fue una de las primeras personas en comprar mi libro e incluso solicitarme
rápidamente otro, comunicándome su satisfacción por el resultado y señalando el
trabajo notable de esta obra.
Es más, en su propio medio lo recomienda indicando:
"El último libro del gran maestro José Luis González Sanz podemos
considerar como uno de los mejores libros del juego de damas españoles escritos
en este siglo. Además el libro es muy barato en comparación con los temas
tratados"
Agradeciendo estas palabras debo indicar
no estar completamente de acuerdo con ellas. En primer lugar yo no soy
"gran maestro" de nada y lo digo muy sinceramente; solo soy un
aficionado a estos temas, de los que muy pronto saldré definitivamente pues
ciertos ambientes ya no me convencen y por lo tanto no merece la pena seguir.
Por tanto de "gran maestro" nada, pues eso habrá que ganárselo de
algún modo y yo no lo he hecho ni quiero.
Sobre "uno de los mejores libros de damas escritos en este siglo" sí
estoy de acuerdo aunque solo sea ¡porque es el único escrito en el siglo XXI!
Sobre "libro barato" solo decir que estoy bastante de acuerdo (alguna
vez tenía que ser). Señalar que aún en este acuerdo existen sus puntos de
fricción, pues lo que debería decir es "libro regalado" ya que no
existe otra obra en damas que sea ni parecida a esta desde ningún punto de
vista.
Por lo anteriormente comentado y el cambio
tan radical que parece haber experimentado este autor solo me queda una
hipótesis "probable": la abducción por un ovni y el posterior cambio
de personalidad. Además, de todas las posibles es la que más exculparía al
interesado.
4.-
¿Quién puede reclamar la autoría de las hipótesis?
4.1.- Introducción
Llegados a este punto debemos ponernos de
acuerdo en la definición de las cosas, no sea que suceda como con la palabra
"plagio" que se utiliza sin saber lo que quiere decir.
No parece muy dificultoso llegar a un acuerdo respecto quien se puede
considerar autor de una hipótesis concreta y podemos aceptar dos casos:
1) Es totalmente
novedosa y nunca publicada: En este caso el autor será quien primero refleje el hecho en algún
medio escrito. Esto sucede con la aparición del mismo juego de damas,
totalmente novedoso y nunca publicado hasta la aparición de la bibliografía
española. Estos hechos por ellos mismos darían la autoría sin paliativos a
cualquier país que así lo argumentase sin prueba en contrario.
2) Se sabe anteriormente pero no ha sido reflejada por escrito: En
este caso y si el conocimiento de tal cuestión está muy extendido el autor no
es definido y solo se puede hablar del primero en publicarlo, aún sin ser idea
original.
Por tanto tomando estos puntos como bases de
una argumentación racional, veamos que podemos decir de las distintas hipótesis
a considerar, las cuales parece que asume el Sr. Westerveld
como propias y cree tener derecho a decidir quién puede o no argumentar sobre
ellas.
4.2.-
El origen español del juego de damas
Esta es la hipótesis
principal que parece argumentar el Sr. Westerveld
como suya, pero tal suposición se encuentra bastante lejos de la realidad;
veamos.
En primer lugar hay que distinguir entre las personas que conocen o se
preocupan de estos temas y las que no lo hacen; por lo general, en un 99% o
más, tanto los jugadores de ajedrez como los de damas ni se preocupan ni les
importa nada de esto, por lo que si hiciéramos esta pregunta al azar nos dirían
las cosas más peregrinas. Por tanto solo en los círculos "cultos" de
los juegos se puede encontrar una respuesta.
Por ello no se puede argumentar el que "la gente no lo sabe" para
hacer valida la propuesta "por tanto el tema es mío", pues si
preguntamos a otras personas sí lo sabrán.
Debo decir que solo en mi experiencia particular conozco que el juego de Damas
es español desde muy tempranamente y aún sin conocer bibliografía ninguna.
Todavía recuerdo en los años 70 nada menos, cuando empecé a conocer jugadores
que uno de ellos ya me indicó "chico, este juego es español", lo que
yo desconocía hasta ese momento y en realidad no me importaba absolutamente
nada. Esto solo lo indico para señalar que en ciertos ambientes esto ya se
sabía y no había que esperar ningún "advenimiento" para la revelación.
Pero sigamos con experiencias menos personales y más contrastables. El mismo
Cárceles Sabater, a pesar de no querer inmiscuirse mucho en el tema, hace
frente en su libro a ciertas hipótesis pendencieras como la francesa, diciendo:
"Los bibliógrafos franceses, al
clasificar los autores de Juegos de Damas extranjeros incluyen, y denominan
todos como autores a la francesa.
Esta calificación, por lo que a nosotros respecta, no podemos admitirla. En
efecto: ó los franceses la fundan en el supuesto de
que las obras extranjeras se derivan de las suyas, o se basan en la igualdad
del modo de jugar. Si se tiene en cuenta la primera suposición, nadie
con más razón que los españoles puede arrogarse este derecho, ó por lo menos calificar las obras extranjeras como 'variedades
de Juegos de Damas a la española', pues antes que Mallet
publicase su primer tratado en 1668 imprimieron los suyos Torquemada en 1547,
Ruiz Montero en 1591, Valls en 1597, Timoneda y Mirón
en 1635 y Canalejas en 1650, siendo lógico suponer que estas obras españolas
sirvieran de base a Mallet para confeccionar la
suya" (Negrilla mía, no de Cárceles)
Añadiendo después en la sección de
"Variedades del juego de damas: á la
francesa": "No es más que una variedad del juego español". Vemos
claramente que Cárceles Sabater sabe bien quien puede arrogarse con justicia la
autoría del juego.
Pero hay más; ya Credner, autor alemán, en el siglo
XIX sabe de sobra que el juego de damas y el ajedrez moderno tienen su origen
en España, a principios del siglo XV, propagándose después a Francia,
Inglaterra y demás países de Europa y América (Tratado de Cárceles). Podemos
observar incluso en este autor una extraordinaria precisión respecto al mismo
momento del nacimiento de ambos juegos, casi coincidente con lo que actualmente
conocemos.
Sin duda este autor fue uno de los pocos extranjeros que conocía la
bibliografía española, por lo que no tuvo ninguna dificultad en deducir las
verdades de los hechos; igual hubiese sucedido con los demás autores
extranjeros si hubiesen tenido conocimiento del legado español.
Y digo yo: ¿le hizo falta a Credner conocer la obra
de Westerveld para enunciar las hipótesis que este
considera como suyas? El siglo largo de diferencia a favor de Credner parece indicar más bien lo contrario en caso de
aventurarnos a suponer algo.
Pero podemos seguir; el célebre Doctor Carlos Lafóra
en su sección de damas del diario "La provincia" de Las Palmas de
Gran Canaria" señala en el año 1942:
"…podemos afirmar que así como los primeros
libros de ajedrez fueron españoles, Lucena, Ruy Lopez,
etc., también lo fueron los de damas, pues en 1547 se escribió en Valencia por
Antón Torquemada el primer libro sobre el juego de damas que se conoce, en 1591
se publicó por Pedro Ruiz Montero el segundo libro conocido y a este siguieron
Valls(1597), Timoneda(1635), Antonio Mirón del
Castillo(1635), Juan Garcia Canalejas(1650) y solo en
1668 se publicó el primer libro extranjero por Mallet
en Francia y sea porque tuvo más difusión, o sea por lo que sea, el caso es que
así como el ajedrez se llamó juego de Filidor
olvidando a Lucena y Ruy Lopez el juego de
damas de origen español se llamó de damas ¡¡a la francesa!!
Debido a esto nació nuestro deseo de reivindicar para España esta propiedad,
lo que unido a la creación de una teoría sobre el problema nos hizo escribir un
libro que no hemos podido publicar por las dificultades actuales, pero que
iremos extractando en esta sección"
La negrilla es mía para resaltar las
afirmaciones más concretas que sobre el tema hace Lafóra,
pero realmente no hacen ninguna falta, pues todo así lo indica. Entonces ¿qué
debemos creer?¿qué también Lafóra estaba esperando en
el año 1942 a Westerveld para "enterarse"
de que el juego de damas es español?
¡Y estamos hablando de artículos publicados en medios masivos de difusión
nacional! (e incluso internacional, ya que al menos los portugueses eran
grandes adeptos de esta sección).
Sigo diciendo ¿no estará bien claro ya que esta hipótesis (más bien un hecho)
no la ha descubierto Westerveld ni muchísimo menos?
¿quién es este autor para prohibirme a mí ni a nadie hablar sobre ello? ¿No
debería mencionar él las primeras fuentes reales donde se reflejó el tema?
¡Pero sigamos! Da la casualidad que en uno de los libros de Westerveld,
el prologuista, un conocido bibliógrafo del juego indica claramente el origen
español de las damas al escribir:
"Nos plagian las técnicas y los lances y el juego le presentan como
propio, exactamente igual que hacían por entonces los mercenarios piratas del
Atlántico. Para disimularlo, desvirtúan y adulteran el juego, cada nación
introduce las variantes que le viene en gana, unos giran el tablero 90 grados,
otros limitan el movimiento de la dama, otros comen hacia atrás…y todos
modifican las leyes tradicionales y la numeración del tablero, como si se
hubiesen puesto de acuerdo para la infidelidad y el desagradecimiento"
Sr. Westerveld
¿no le parece que este autor conoce el origen del juego mucho antes que usted?
¿no ha sido a través de él precisamente que usted mismo ha podido enterarse y
documentarse de este hecho? No lo piense demasiado, que todo el mundo que
conoce este ambiente sabe de sobra la respuesta a estas preguntas: un
rotundo SI.
Debo reconocer que a veces soy algo pesado
por mi reincidencia en "demostrar" lo que ya está más que comprobado,
pero que lo vamos a hacer. Cualquier verdadero especialista en este tema conoce
tal realidad mucho antes de que el Sr. Westerveld
viniese siquiera a España.
Recuerdo una correspondencia epistolar con el Dr. Sena Carneiro, el mayor
experto en el mundo sobre el juego de Damas, en la que yo decía que en el
extranjero se negaban a aceptar o no conocían el origen ibérico del juego de
damas, a lo que él me contestó rápidamente que : "el juego de damas no es
ibérico, sino español"
¡y eso que él mismo es portugués!
Por tanto, ni tomando en cuenta los puntos (1) y (2) de la introducción, en que
tratamos de señalar quien puede considerarse autor, puede ser este tema
atribuible a usted.
En fin, tema "vox populi" entre conocedores reales del juego; por tanto
no insista Sr. Westerveld, que la hipótesis del
origen español del juego no es suya en absoluto, por lo cual ya le he indicado
(¿pero no lo sabía?) diversas fuentes tanto escritas como orales, de muy
antiguo y que conocen esto mucho antes que usted, de hecho se lo han enseñado a
usted.
4.3.- La defenestración de
las hipótesis fantasiosas
Debo indicar en primer lugar que de la
obra del Sr. Westerveld solo conozco el primer libro
de "Las damas: ciencia sobre un tablero" y sus artículos en la "Revista
Internacional de Damas" (RID) que el mismo editó y en la que tuve el
placer de colaborar en repetidas ocasiones.
Por tanto el resto de sus obras son totalmente desconocidas para mí y mucho más
la que él considera su obra capital, escrita en holandés, idioma que por ahora
no domino.
Referente al tema de este apartado debo decir que ninguna de las hipótesis
fantasiosas sobre el juego es rebatida en las obras por mí conocidas y es más,
en el número 1 de RID (1992) y antes de iniciar su artículo sobre historia,
figuran dos inscripciones egipcias con el pie "¿El juego de damas en el
antiguo Egipto?" y "Juego de tablero del antiguo Egipto" que
corresponden exactamente con las reflejadas en mi artículo "Las damas y su
origen: el fin de las fantasías" (disponible en esta página) en sus
figuras 3.3 y 3.4.
Del artículo de RID no se deduce nada en contra de que tales grabados puedan
ser el juego de damas o un antecesor cercano de este, e incluso con los pies
citados parece buscarse algún tipo de confusionismo.
Sin embargo yo mismo demuestro sin duda ninguna de que juego se trataba y su
nula relación con las damas, aclarando de paso otros grabados egipcios. Esto lo
hago también en relación al resto de los juegos supuestos como
"damas" reduciendo a la nada tales hipótesis, no con las creencias,
las interpretaciones vanas o las suposiciones, sino con los datos más evidentes
y lógicos que permiten dicha deducción sin margen de error, lo que no encuentro
en los escritos del Sr. Westerveld.
Por tanto, en el apartado de desautorizar con demostraciones fehacientes que
tales juegos no eran damas, este autor no ha brillado demasiado.
4.4.-
El entorno de creación del juego
Es evidente para
cualquiera (de tantos) que siempre han conocido el origen español del juego de
Damas las fechas aproximadas de la creación de tal obra, pues la misma
existencia de los libros concretos y otros indicios disponibles (ver mí
artículo citado) hacen que lo increíble no sea datarlo de forma al menos
aproximada, sino ¡el equivocarse en ello! Así de evidente es tal tema.
Es por ello que Credner hace más de un siglo y
seguramente conociendo una ínfima parte del legado español, no tuvo dificultad
en deducir tanto la autoría española de ajedrez y damas, añadiendo además una
datación temporal envidiable. En fin, lo normal si se tienen "dos dedos de
frente".
Por cierto, no pretenderá hacerme creer este autor que ni a mí ni a nadie va a
descubrir la historia de España de la época, lo que ya sabíamos mucho antes de
que él pisase por primera vez este país.
En fin, tema del que no hay mucho más que comentar.
4.5.-
La influencia de la reina Isabel la Católica
Pues mira por donde
hemos llegado a una hipótesis que aunque secundaria respecto a la clave (el
origen español del juego) si puede tener visos de realidad el que sea
atribuible al Sr. Westerveld o alguien de su entorno
conjuntamente.
Tan orgulloso parece estar de tal suposición que incluso la refleja en el
título de su obra principal "La influencia de la Reina Isabel la Católica
sobre la nueva dama poderosa en el origen del juego de las damas y el ajedrez
moderno" (1997) el cual como ya he dicho se encuentra escrito en holandés,
idioma que difícilmente aprenda yo nunca.
Definamos en lo posible tal hipótesis a la que llamaré "hipótesis
Católica": "La Reina Isabel la
Católica es personaje clave en la inspiración y creación de la nueva dama en el
ajedrez e incluso en el origen del juego de damas".
Es claro que de aceptar tal hipótesis debemos aceptar también sus
consecuencias, esto es que en caso de no haber existido tan egregia figura
tales hechos (nueva dama en ajedrez y juego de damas) no se hubiesen dado y por
tanto lo que ahora conocemos debe su existencia a la Reina Isabel.
Sigamos; por tanto el caso que nos interesa es la hipótesis de la Reina Isabel en
el entramado "damas-ajedrez" que por lo visto en las obras del Sr. Westerveld se postula. En primer lugar debo decir que
siempre he considerado este tema sumamente improbable, de hecho imposible, por
lo que en el "Tratado Hipermoderno" paso
sobre ello indicando "…se pensó dotar de un poder mayor a
la dama, muchos opinan que como homenaje e inspirados en el poder de la Reina
Isabel la Católica…" lo que muestra bien a las claras mi escepticismo sobre este tema, del
que me desmarco y en el que no vuelvo a incidir.
Como primer dato a considerar es que nunca en cualquier tema se pueden
introducir artificialmente nuevas hipótesis que en vez de simplificarlo lo
hagan más oscuro, no aportando además ninguna explicación al tema a tratar. Ya
el método científico indica que se deben reducir las hipótesis o axiomas a
considerar a su mínima expresión, eliminando todos los superfluos o no
contrastables y aceptando la explicación más sencilla posible entre todas las
alternativas ("La navaja de Occam").
La artificialidad de este supuesto es tal que no sirve de nada para aclarar las
hipótesis principales (el origen español del ajedrez y las damas) no aportando
un solo dato contrastable y nuevo con la aplicación de esta idea.
La barbaridad lógica es tal que incluso aunque esta idea fuese cierta, es tan
sumamente mala científicamente que no sería contrastable en el mundo real; con
ello quiero decir que suponiéndola, a no ser que se encontrase la Caja de
Pandora en forma bibliográfica y de Ms. donde las mismas personas que crearon
estos juegos nos indicasen desde las profundidades del tiempo que ellos mismos
habían hecho esto con tal idea y propósito en mente, sería imposible de
demostrar por no poderse falsar. Por ello y siguiendo a los más eminentes
filósofos del método científico, como Popper o Bunge, tal hipótesis debe ser
descartada.
Pero eso es considerándola "buena", ya que si es falsa entonces sigue
sin poder "demostrarse su bondad", pero para desgracia del Sr. Westerveld resulta que entonces ¡si se puede falsar!
Para tratar este tema debemos hacerlo por separado; empecemos por dicho
supuesto aplicado al juego de damas. En primer lugar veamos las pruebas "a
favor" para lo que no tardaremos mucho tiempo, pues no existe
absolutamente ninguna excepto los deseos del autor.
Veamos algunas de las muchas dificultades:
a) Proximidad en el tiempo respecto al reinado de los Reyes Católicos: Este
argumento es pueril por demás, pues no tiene prueba a favor y siguiendo esa
misma lógica podemos argumentar que cualquier cosa que ocurra es debido al
mandatario o persona influyente respectiva, por lo que el fútbol debe estar
inspirado en los reyes de Inglaterra o la Teoría de la Relatividad en el kaiser y tonterías de este estilo.
En fin, una especie de exaltamiento "imperial" de algún extraño tipo.
b) La aceptación definitiva del nombre del juego: Ya sabemos que
incluso en 1635, Timoneda aún denominaba al juego
como Ingenio o marro de punta, por lo que ni aún 131 años después de la muerte
de la Reina Isabel se aceptaba únicamente el nombre de "Damas" para
este juego, con lo que la hipótesis fuerte de la "Dama Imperial" como
inspiradora se debilita totalmente, pues en caso de ser así se hubiese aceptado
en sus mismos tiempos.
c) La procedencia verdadera del nombre del juego: Me remito a lo comentado
en esta misma página en el artículo "Las damas y su origen: el fin de las
fantasías" Anexo I, donde se da la explicación coherente de ello, sin
acudir a extrañas y no comprobables hipótesis alternativas. Por tanto ni
siquiera el nombre tiene ninguna conexión con la "Dama Imperial".
d) La procedencia del mismo juego: también en este caso me
remito al artículo señalado; solo indicar que conociendo ya la generación o
creación del juego, procedente de la mezcolanza entre alquerque y ajedrez, cuya
conjunción explica por sí sola la aparición de damas, no se necesita ninguna
otra "explicación" o "fuerza alternativa" que propicie el
juego, pues las señaladas bastan y sobran ¿De qué sirve añadir conceptos
superfluos e innecesarios? Claramente tal aberración lógica debe ser
inmediatamente soslayada.
e) El poder de la dama: El querer a toda costa indicar que
la fuerza de la dama sobre los peones es un homenaje a la reina no indica más
que infantilismo disparatado, ya que el movimiento de la dama es solo
consecuencia de maximizar en lo posible el de una pieza pero además sin hacerla
tan poderosa que se imponga totalmente una vez conseguida, o sea, respetando la
lógica interna y la relación de fuerzas en el juego que solo encontrará la
práctica, ni más ni menos.
Es incluso probable que el primer intento de dar poder a la dama fuese hacerla
equiparable a la dama de ajedrez, con movimientos también ortogonales (aunque
hacia casas de un solo color, respetando el "terreno de juego") como
en las damas turcas, lo que se comprobó inviable totalmente y además de forma
rápida, pues tal pieza se impondría sin dificultad a todas las demás (peones)
sin dar lugar a un desarrollo coherente del juego.
f) Inexistencia de
"antropocentrismo" en damas: En efecto, la misma forma de
las piezas del juego no tiene relación con la que una persona se pueda
identificar, lo que sí sucede en ajedrez.
Es por ello que en la simulación de una batalla que es el ajedrez, con sus
"personas" (peones y alfiles) y entre ellos sus "mandatarios"
(rey-dama), sea aceptable psicológicamente que alguien se identifique o vea
reflejado algo de la vida real en ellos y por tanto trate de encontrar
parecidos, existentes o no.
Esto falta totalmente en damas y hace sumamente improbable que nadie pretenda
"reflejar" características de ningún tipo a estas piezas tomando como
modelo a un ser humano.
g) Inexistencia de pruebas concretas: En efecto; cualquier intento
de hipótesis y en cualquier campo debe ir acompañada de pruebas que la
soporten, pero no subjetivas o de creencias e interpretaciones personales, sino
objetivas y contrastables por otras personas. Solo la no existencia de esta
clase de datos anula el poder siquiera plantear el tema y deja en entredicho al
que pretenda hacerlo.
De hecho y si aceptamos cualquier clase de suposición ¿porque no podría ser la
inspiración de estas obras a través de la Virgen Maria
(figura más importante sin duda que la reina) como "Gran Señora o
Dama"? ¿O porqué….? En fin, una retahíla interminable de absurdos que se
pueden argumentar y que no dicen nada positivo de quien así actúe.
Para no seguir insistiendo más en algo tan
evidente, pasamos al tema del ajedrez. Ya hemos visto que con las damas tal
hipótesis no tiene nada que ver, pero ¿tendrá algo que ver con el ajedrez? En
lo que sigue utilizaré como fuente principal el excelente libro "En pos
del incunable perdido" (Biblioteca Valenciana-2001) de José Antonio Garzón
Roger, historiador del ajedrez y experto en ajedrez medieval y renacentista,
discípulo directo del notable y conocido historiador Ricardo Calvo. Sobre este
libro, su trabajo y el autor ahondaré en futuros trabajos bastante más
interesantes que este que ahora escribo.
La Reina Isabel fue nombrada heredera absoluta del trono de Castilla el 13 de
Diciembre de 1474; previamente el 19 de Octubre de 1469 se había casado con
Fernando. En el año 1481 se desplazó a Calatayud con su esposo y su hijo Juan y
este fue reconocido por las Cortes como heredero de Aragón, jurando ambos reyes
respetar los privilegios y costumbres del reino; desde allí fueron a Cataluña y
Valencia, donde ejecutaron la misma operación.
Por tanto podemos decir que la unidad de España no estuvo lo suficientemente
consolidada al menos hasta el 1481, pero faltando aún otros reinos como el de
Granada, que no fue conquistado sino mucho más tarde, y otros territorios. Hay
que tener en cuenta además que el hecho crucial del reinado de los reyes, el
descubrimiento de América fue incluso más tarde, en 1492, y los primeros
albores de la verdadera grandeza y del futuro imperio se empezaron a dar en esa
época mediante bodas concertadas, etc.
Por tanto la enorme consideración e influencia que ahora constatamos de la
Reina Isabel en concreto no podía ser tan fuerte en aquella época, pues muchos
de sus logros todavía no se habían realizado y mucho menos en el tiempo de
creación del ajedrez.
Vamos a tener bondad con la hipótesis y demos el año 1481, de sucesivas
unificaciones, como el primer indicio de la grandeza de los reyes. Podemos
suponer también, favoreciendo las expectativas de tal supuesto, que sus
coetáneos empezaron a estar influidos por tal "grandeza" y reflejarla
en obras como la creación del ajedrez. Lo malo para este supuesto es que ¡el
ajedrez moderno ya estaba inventado y se jugaba desde hacía tiempo en esas
mismas fechas!
Hay que tener en cuenta que el Lucena de 1497 y anteriormente el Vicent de 1495 ya contenían ajedrez moderno y este ya se
encontraba desarrollado y practicado en la mayoría de España (el Vicent se imprimió en Valencia y el Lucena en Salamanca, lo
que indica la expansión geográfica del juego ya en ese momento) y
simultáneamente al reinado de los Católicos.
Solo estos hechos desbaratan la hipótesis Católica respecto al ajedrez, pues se
hace muy difícil pensar como en poquísimos años y debido al
"magnetismo" de la reina, se cambiase el juego, se puliese la técnica
del problema, se puliese la lógica interna del juego, se hiciesen todas las
variaciones respecto al antiguo (alfil, dama, al paso, doble avance, promoción
y primer concepto de enroque("salto del rey")!!) y además se
propagase por todos los reinos como por arte de magia y en tiempo record
incluso para las medidas actuales.
Pero es que hay mucho más. El descubrimiento del poema manuscrito "Scachs d'amor" da la
puntilla definitiva a la hipótesis Católica, si es que no estuviese bien muerta
ya. Este Ms. escrito por los poetas valencianos Fenollar,
Castellvi y Vinyoles es
anterior al incunable de Vicent y el mismo Ricardo
Calvo lo data como poco entre 1470-90, dando un margen demasiado amplio pero
admitiendo que esta obra debe ser, con toda seguridad anterior a 1474, año de
la introducción de la imprenta en Valencia.
De hecho los autores son celebres personajes de la Valencia de la época y sin
excepción todas sus obras posteriores fueron enviadas a la imprenta, lo que
asegura que el "Scachs d'amor"
es anterior a la introducción de la imprenta en Valencia, que como queda dicho
fue en el año 1474.
Este poema se compone de 64 estrofas, igual número que las casillas del tablero
lo que es sin duda un embellecimiento por parte de los autores, contiene los
movimientos y comentarios del desarrollo de una partida completa de ajedrez
moderno (hasta el mate) que es la primera de que se tiene noticias en el mundo.
Para desgracia de la "hipótesis Católica" en esta partida ya están
presentes todas las características del nuevo ajedrez, sin dar indicación
ninguna de influencias de la monarquía en ellas, a pesar de ser comentadas
muchos de los movimientos dentro del mismo poema.
¿Pero qué sucedía en el año 1474? ¿Era tan importante la Reina Isabel? En ese
mismo año, a finales para ser más exactos, fue nombrada Reina de Castilla pero
estaba muy lejos de alcanzar su plena notoriedad. Y eso suponiendo ese año como
referencia, pues el ajedrez moderno desarrollado en el poema (si, si, con la
dama actual incluida) es indudablemente anterior y en muchos de sus aspectos ya
estaba consolidado; por ejemplo, ni siquiera comenta nada del movimiento del
nuevo alfil, totalmente diferente del árabe y además es ya tal la práctica que
se tiene en aquella época en el nuevo ajedrez que la equivalencia aproximada
"alfil-caballo" ya se conoce, procediendo a efectuar su intercambio
sin comentario ninguno que indique error, desconocimiento o perplejidad.
Para ello hacen falta varios años de práctica en el nuevo ajedrez a fin de
comprender esta equivalencia, discutida aún ahora, y que decir del tiempo
necesario para "ajustar" el poder de la nueva dama a estas también
nuevas situaciones, así como la creación y el "reajuste" de todas las
características imbricadas. Por tanto la creación total del nuevo ajedrez es
anterior a 1470 y más probablemente se acerque a los 60 e incluso a mitad de
siglo. De hecho la coherencia de reglas y relación de fuerzas entre la
estructura global del ajedrez y las piezas que lo conforman es tal (casi
perfecta) que lo indicado con claridad es el trabajo ímprobo en estos ajustes,
con mucha práctica y tiempo para cada uno de ellos.
De hecho, descubrimientos recientes parecen ahondar aún más en esta dirección: "Un punto de inflexión puede estar en
la obra de Jaume Roig 'L´Espil', pues hay una estrofa
alusiva presumiblemente a la dama y su poder devastador, y esta obra es de
1459" (José A. Garzón).
¿Qué era de la futura reina en esos
momentos? ¿Impresionaría ya a sus futuros súbditos? ¿Tendrían estos capacidades
pre-cognitivas que les hiciesen prever la futura grandeza de la reina? ¿Dónde
queda la hipótesis Católica? Pues totalmente defenestrada, lo que ya he
demostrada tantas veces en este escrito que incluso me estoy aburriendo, por
tanto ni quiero insistir en más puntos ya que incluso algunos comentados sobre
las damas son aplicables también aquí, pero para qué seguir.
Como pruebas a favor tiene las mismas que respecto a las damas, o sea, los
deseos del autor y la fantasía "imperial".
Por tanto, Sr. Westerveld, siento que la única
hipótesis que usted podría atribuirse sea totalmente descabellada y por tanto
errónea. Que lo vamos a hacer.
5.-
Conclusiones
A pesar de que he añadido este último
apartado, llegado aquí no tengo mucho más que decir, pues bastante he reflejado
ya anteriormente.
Solamente insistir en que el Sr. Westerveld no tiene
ninguno de los derechos que se pretende atribuir y que debería dejar de
"mirarse al ombligo" y observar el mundo real. Por supuesto no tiene
derecho ninguno ni moral ni científico ni lógico para insultar a nadie, pues
tal "derecho" no le tiene ninguna persona sea quien sea y mucho menos
sin razón ninguna. Una cosa es publicar un libro tratando la historia de un
juego y otra muy distinta es tener derechos sobre esta historia y vetar a los
demás de forma irracional, creyéndose "poseedor y dueño" de tal
historia.
Lo que sí debería haber hecho, en caso de discrepar con algún punto de mi
libro, es contactar conmigo como ha sucedido en otras ocasiones y comentarlo,
juzgado lo cual yo mismo hubiese rectificado cualquier cosa a que hubiere
lugar.
José Luis González Sanz.
Todos los derechos
reservados
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