SOLITARIO DE LAS CUATRO CARTAS

 

Objetivo del solitario: Superponer sobre cada uno de los cuatro Ases de la baraja, en orden correlativo ascendente, las 10 cartas de su palo hasta el Rey.

 

En primer lugar, se colocan cuatro cartas. Se irán descubriendo cartas del Mazo, de una en una, que se irán superponiendo sobre las cuatro cartas de la mesa (formando columnas), en orden correlativo descendente y de diferente palo. Los Ases, a medida que se van descubriendo, se dejan aparte (derecha de la pantalla), y sobre ellos se irán colocando cartas de su palo en orden correlativo ascendente.

 

Las Cartas utilizables de las columnas (la inferior de cada columna) se trasladarán a los montones de los Ases en cuanto sea posible, pudiendo también combinarse entre sí, siguiendo siempre el orden indicado.

 

Cuando la carta que se descubre del Mazo no pueda colocarse sobre los montones de los Ases ni sobre ninguna de las columnas, pasa al Pozo, del que podrá utilizarse la carta superior para cualquiera de las combinaciones indicadas.

 

El espacio que quede libre por haber sacado todas las cartas de una columna se ocupará con carta del Mazo, con la superior del Pozo o con la inferior de otra columna cualquiera.