
En esta obra sucede igualmente que en
lo respecto a la salida trata ejemplos conocidos, forzados y evidentes de esta,
para no equivocarse mucho seguramente, pero a pesar de ello en cuanto fuerza un
mínimo la situación comienzan los errores por doquier. Veamos el primero.
“Le
corresponde salir al jugador A que tiene la siguiente mano:

Figura
1
Y sale, con pensada previa, con el
doble seis, que es el doble mayor acompañado que tiene”
Hay personas que tienen verdadero
terror a los dobles grandes y este es uno de los casos; veamos el resultado
real de la calidad de la mano:
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REPARTO |
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FÓRMULA |
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Figura
2
La mejor salida es el doble del
cuarteto; este autor, al igual que el resto,
desconoce la función de los dobles y de su valor, acompañados de la
cantidad de fichas de los respectivos palos, etc. lo que puede hacer variar la
decisión; al no ser capaz de discernir estas cuestiones se sale del problema
indicando salida por el mayor sin más, cometiendo error tras error.
En mi obra “La ciencia del dominó”
sobre todos en los tres primeros volúmenes ya ha quedado aclarado este tema y
el porqué de las diferentes salidas en estos casos, pero vamos a utilizar este
ejemplo para demostrar nuevamente el caso.
Vamos a sustituir el palo de treses por
el de blancas, quedándonos:

Figura
3
Con el resultado:
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REPARTO |
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FÓRMULA |
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Figura
4
Ahora sí el seis doble es salida ya que
todos los parámetros necesarios se cumplen, tanto valores, como cantidad,
ausencia o no de ficha o palo común, etc. De todo esto el autor no tiene la
menor idea y por tanto sus decisiones son erradas en prácticamente todo lo que
trata, como se irá viendo y en sus obras se puede constatar.
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José Luis
González Sanz
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